Tendencias21TV, 05/02/2016
Una Arabia Saudí en claro declive. Por un lado, su territorio del sur, fronterizo con Yemen, se ha visto penetrado por las milicias houthis. Por otro, su economía está gravemente resentida por la bajada de los precios del petróleo, lo que le ha abocado a algo que parecía impensable, como es reducir las subvenciones al agua, la electricidad y hasta la gasolina, que se ha encarecido en un 40%.
Extremo contexto que puede llevar a violentas movilizaciones internas, y no sólo provocadas por la minoría chiita que reside en el país.
Mientras, Irán, cuya renovada imagen -tras el levantamiento de las sanciones consecuencia del pacto nuclear alcanzado con los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad de ONU más Alemania- se ha convertido en objeto de deseo para países de medio mundo (sobre todo europeos), atraídos por el gran pastel que significa la inyección de decenas de miles de millones de euros procedentes de las cuentas desbloqueadas, y en quien parece designado a imponer el orden en este escenario tradicionalmente inestable.
Pero este renovado ascendiente de Teherán es visto con extremo recelo ya no sólo por los países del Golfo Pérsico, sino también por Israel, al que algunos dirigentes persas han amenazado en reiteradas ocasiones en los últimos años.
Irak, la clave
Y en medio de todo este damero que se antoja indescifrable se encuentra Irak, que en realidad, y aunque no se le preste la debida atención, es en gran medida la clave de todo lo que acontece en esta parte del mundo.
Sin Irak no se entendería el nacimiento y el auge del Estado Islámico y su repercusión en la guerra siria, sobre todo por el fracaso de la gestión del postconflicto tras la invasión de 2003. Sin mirar a ese Irak que había servido hasta ahora de colchón estratégico entre Irán y Arabia Saudí –los dos grandes rivales de la zona-, tampoco se pueden comprender los nuevos temores saudíes ante la preponderancia iraní.
En definitiva, hasta que no se resuelva la situación interna en Irak, lo que no será nada sencillo, será imposible que exista ni el menor atisbo de estabilidad en Oriente Medio.
Y para hablar de esta complejísima situación y de su poco halagüeño futuro, en esta edición del programa “Visión Geopolítica”, conducido como de costumbre por el analista geopolítico Pedro Baños, se ha tenido la fortuna de tener como invitados a Pedro Rojo, arabista y presidente de la fundación Al Fanar que lleva más de 20 años analizando este país, Florentino Portero, profesor de la Universidad Francisco de Vitoria y considerado como uno de los mayores expertos nacionales en temas internacionales, y a Jesús Gil, profesor de la UAM y ya conocido de programas anteriores. Un acreditado experto iraquí, que por motivos de seguridad desea permanecer en el anonimato, participa también en este debate.
En definitiva, un programa del mayor interés, pues nada de lo que ocurra en este país nos va a ser ajeno, comenzando por los precios de los hidrocarburos, que lo mismo que llevan tiempo descendiendo, pueden iniciar el camino de la remontada en cualquier momento.
Aún no hay comentarios, ¡añada su voz abajo!