Umm Kulzum es la artista más reconocida e icónica del mundo árabe, apodada como la Estrella de Oriente, la Cuarta Pirámide de Egipto o la Señora de la Canción Árabe, su nombre real era Fátima Ibrahim al Baltagi. Aunque falleció en 1975, sigue siendo la figura más aclamada y su voz sigue siendo escuchada en cualquier rincón del mundo árabe.

El 3 de febrero de 1975 cerca de cuatro millones de egipcios se encontraron en las calles de El Cairo para despedir a la mujer que se había convertido en todo un icono de la música árabe. Cuarenta y cinco años después de su fallecimiento, todavía sigue siendo la cantante árabe por antonomasia y todo apunta a que seguirá siéndolo durante mucho tiempo. Su voz, su personalidad, así como los temas tratados en sus largas canciones, hicieron de ella el gran mito que todavía hoy en día sigue siendo.

Durante su carrera como cantante, publicó alrededor de 300 canciones, caracterizadas por su larga duración, y consiguió liderar las listas de ventas en todos los países árabes. En sus actuaciones siempre aparecía con un largo vestido de fiesta hasta los pies, el pelo recogido en un moño y acompañada siempre por su orquesta. Además, su imagen sujetando un pañuelo de seda con su mano derecha, ha pasado a la historia como un icono de la cultura moderna. Su influencia llegó a ser tal que cuando la televisión retransmitía un concierto suyo los jueves por la noche, las calles de todos los países árabes quedaban totalmente desiertas.

La influencia de Umm Kulzum ha traspasado todo tipo de fronteras, tanto temporales como geográficas y músicos de todo el mundo han reconocido constantemente su legado y su importancia. Personalidades tan reconocidas como Bob Dylan, María Callas, Jean Paul Sartre, Salvador Dalí o María Laforet coincidieron en que fue y sigue siendo una cantante incomparable.

La cantante Umm Kulzum en una actuación junto con su orquesta. Imagen de la BBC.

Uno de los momentos álgidos de su carrera fue la única vez que actuó en Europa en el año 1967 con un Teatro Olympia de Paris repleto con miles de árabes llegados de todos los puntos de Europa. Ese mismo año fue diagnosticada de nefritis y pocos años después falleció. Aunque la voz de la Estrella de Oriente se apagase, en verdad nunca ha dejado de sonar y su influencia ha sido tal que incluso es conocida en el mundo árabe como la Cuarta Pirámide de Egipto.

Nació en el año 1898 en el seno de una familia muy humilde que habitaba en el Delta del Nilo y desde muy pequeñita demostró su pasión por la música, así como su valía. Por eso, su padre decidió que le acompañase a varias actuaciones aunque, eso sí, vestida de niño.

Fue a partir de este momento, cuando la cantante empezó a llamar la atención de varias personalidades de la música egipcia. Hasta que en 1920, cuando tenía en torno a 23 años, decidió instalarse en El Cairo desde donde más tarde saltaría a la fama.

Su carrera como cantante empezó a desarrollarse en este momento, a partir de los años 20, aunque tendría que esperar hasta los años 1950 y 1960 para d

ar el salto a la fama a nivel internacional. Durante la década de los 40, apostó por la música egipcia popular, con lo que consiguió ganarse todo el cariño y reconocimiento de un pueblo egipcio que seguía bajo el control del Reino Unido.

Años más tarde, con la revolución egipcia de 1952 y la llegada al poder de Gamal Abdel Naser, Umm Kulzum pasaría a convertirse en el símbolo ya no solo de la canción árabe, sino de la cultura árabe en general y sobretodo la egipcia. La cantante, se acogió desde el primer momento a la revolución, un momento de gran esperanza para el país y, gracias a su buena relación con Naser, Umm Kulzum, además de ser el rostro de la mujer árabe moderna, muy pronto se convirtió en la representante del ideario del panarabismo.

Fue así como además de cantante, se convirtió en un gran fenómeno social ya que apoyó la ideología que imperaba en el Egipto de la época, manifestando por ejemplo su apoyo a la nacionalización del Canal de Suez. Además, poco después de que Egipto perdiese la guerra de Los Seis Días contra Israel, la cantante decidió hacer una gran gira por toda la región con el objetivo de apelar a la unión del pueblo árabe, así como a la esperanza.

Funeral de Umm Kulzum el 3 de febrero de 1975. Foto de https://english.ahram.org.eg/

Todo esto hizo que Umm Kulzum no fuese solamente una gran cantante, sino que pasó a la historia como la mujer que puso rostro a toda una nueva generación que estaba cambiando las cosas en Egipto. No hay que olvidar el hecho de que era una mujer lo que sirvió de inspiración a muchas mujeres árabes hasta hoy en día, cuando sigue siendo considerada una de las mujeres más influyentes de la historia del mundo árabe.

 

Paula Tomás, 26/04/2021.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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