Al Yazira, 28/11/2016
Yaser Mahchub al Husein
Salto en el vacío o aventura mal calculada es el paquete de políticas económicas adoptado por el gobierno de Sudán para eliminar todos los subsidios de los productos de consumo y liberar el precio del cambio de la libra sudanesa.
Los cerebros del gobierno y de sus medios de comunicación hablan de “tratamiento de choque”, de una receta económica adoptada en un momento difícil y Omar al Bashir ha dicho estar dispuesto a asumir el coste político de esta receta que afectará a la popularidad del gobierno. Desde la oposición consideran que es el gobierno el que se ha metido él solo en este lío por las políticas que sigue desde hace 27 años, y por meter mano en los bolsillos vacíos de los ciudadanos optando por la vía rápida (…).
Jartum ha eliminado los subsidios de los productos de primera necesidad aunque la población vive por debajo del umbral de la pobreza. El pasado mes de agosto, la Unión de Trabajadores de Sudán, de la que forman parte sindicatos de trabajadores y colegios de profesionales de todo el país, informaba de que el sueldo de un trabajador o de un funcionario público solo cubre un 10% del coste de la vida (…).
En septiembre de 2013, el gobierno decidió eliminar parcialmente las subvenciones de los productos de primera necesidad y entonces se desencadenaron protestas y choques violentos en la capital y en otras ciudades del país entre manifestantes y las fuerzas de seguridad que se saldaron con más de 200 muertos, según Amnistía Internacional, y que obligaron al gobierno a dar marcha atrás en su decisión.
(…)
Jartum hace frente a presiones del FMI para realizar reformas estructurales en su economía en torno a la reducción de la moneda local y la liberalización de su precio dejándolo al amparo de la ley de la oferta y de la demanda, una receta que solo ha empeorado la situación de los más pobres, ha acabado con la clase media y ha agrandado las diferencias sociales en los países en los que se ha puesto en marcha.
¿Cuáles son las consecuencias de esta presión impuesta al pueblo sudanés alegando que se va a poner fin a su sufrimiento gracias a la adopción de esas medidas necesarias? Muchos consideran que el gobierno ha cometido un suicidio político, y muchos activistas dicen que ha llegado el momento revolucionario del cambio, que estamos en un momento político maduro y propicio para un cambio revolucionario. Partidos, entes políticos, movimientos revolucionarios, asociaciones de la sociedad civil, personalidades independientes y activistas del ámbito de los derechos humanos han publicado el llamado “Manifiesto de la revuelta” en el que piden a la población que se tire a la calle, hacen un llamamiento a un levantamiento pacífico para derrocar a Al Bashir, y piden a los militares y funcionarios del Estado que se posicionen del lado de ese levantamiento (…). El problema es que muchos no confían en las organizaciones de la oposición por considerarlas no aptas para gobernar el país y suceder al régimen actual (…).
El principal problema del gobierno sudanés es que los ciudadanos no tienen fe en las medidas que adopta ni en la honradez de sus responsables, ya que desde 1990 los gobiernos repiten los mismos programas y las mismas políticas, con diferente hombre, que no han logrado liberar de su carga a los sudaneses.
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Viñeta del caricaturista sudanés Jáled al Baih
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