Ali Anuzla
Al Arabi al Yadid, 26/07/2017
Desde el inicio de lo que se conoce como Hirak al Rif (movilización popular en el Rif), las autoridades han detenido a 8 periodistas y blogueros siendo este el mayor número de profesionales de la prensa que entra en prisión de golpe por un mismo tema de carácter eminentemente político. Además de esas detenciones, Reporteros Sin Fronteras ha observado varias violaciones del derecho a la libertad de prensa protagonizadas por las autoridades marroquíes desde que comenzara la movilización en octubre de 2016: obstaculización de la labor de los periodistas locales y extranjeros que desean cubrir la realidad que vive la zona del Rif (en el extremo norte de Marruecos), expulsión de un periodista extranjero que intentó entrar en la región, acoso a los periodistas extranjeros cuando trabajan en el Rif y prohibición de la cobertura de lo que sucede a algunos medios extranjeros.
La mayor violación contra la libertad de prensa la representa la detención de ocho periodistas y blogueros de una sola vez a los que se ha remitido a la justicia con serias acusaciones. El denominador común entre estas detenciones es que los detenidos han recibido acusaciones que se apoyan en el código penal aunque ejercen la profesión periodística o una profesión cercana a ella, regulada por la ley de prensa. El segundo denominador común es que esas detenciones se han realizado al margen de la nueva ley de prensa que, según prometieron sus artífices y quienes la aprobaron en el ex gobierno y ex parlamento, no contempla penas de prisión contras los periodistas; los cargos contra los ocho detenidos son todos graves y se apoyan en las leyes penales que han sido también recién modificadas y que contemplan algunos cargos relativos a la publicación y a la prensa en general, y eleva las penas.
Nos encontramos pues ante el primer test de las “reformas legales” que aportó la Constitución de 2011 y que aprobó el primer ejecutivo islamista de Marruecos. Cabe recordar que el gobierno responsable de la nueva ley de prensa y de la enmienda del actual código penal estaba dirigido por un partido islamista, el Partido Justicia y Desarrollo, y a él pertenecían tanto el ministro de Justicia como el de Comunicación.
Quien firma estas líneas ya ha dicho en otro artículo que la nueva ley de prensa en Marruecos surge en una coyuntura marcada por un grave retroceso de las libertades de opinión y expresión, no solo en este país, sino en toda la zona como consecuencia del éxito de las contrarrevoluciones que han vaciado de contenido los lemas de las revoluciones de la Primavera Árabe (…)
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La viñeta es de Rashad al Samei para Al Arabi al Yadid
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