(…) Estas son algunas conclusiones de las evoluciones de las últimas horas que pueden afectar al futuro de todo el proceso político:
- No hay solo una delegación participante sino tres: la del gobierno sirio, la de la oposición de la Conferencia de Riad y la de los aliados de Rusia.
- Las modificaciones de la fórmula de la Conferencia de Ginebra son inevitables, sobre todo del párrafo del periodo de transición y de las competencias del órgano de gobierno que lo dirigirá. La tendencia actual apunta a la formación de un gobierno de unidad nacional con representantes de la oposición y del régimen que enmendará la Constitución, y a la preparación de elecciones presidenciales y parlamentarias en las que participará Al Asad y el Baaz.
- Ha habido regateos de última hora para salvar el proceso político del colapso: Rusia ha dejado de insistir en que participe Saleh Muslim (líder del Partido de la Unión Democrática) a cambio de dejar fuera a Mohamed Alush, representante de Yeish al Islam y uno de los más importantes negociadores de la delegación de Riad, es decir, a cambio de dejar fuera a “un terrorista” que satisface a Turquía a cambio de otro que es del agrado de Moscú y sus aliados.
- Está confirmado que las dos potencias, EE. UU. y Rusia, serán las que decidirán y las delegaciones de la oposición tendrán que limitarse a obedecer y ejecutar, es decir que todo lo que se ha dicho sobre “decisiones independientes” es pura quimera.
(…)
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