En los últimos meses el disimulado papel de Rusia en Oriente Próximo se ha transformado en una injerencia directa desde que Moscú iniciara sus operaciones militares en Siria. Pero Rusia no solo está interviniendo sobre el terreno en la guerra siria sino que también está jugando sus bazas en la arena diplomática para imponer sus condiciones en las negociaciones sobre una salida pacífica a esa grave crisis que ya tiene dimensiones regionales e internacionales.
Rusia e Irán, dos fuerzas fácticas en la zona, han sabido posicionarse en Siria de tal modo que el resto de potencias con intereses en la región se están viendo obligadas a negociar de igual a igual. Sobre los intereses de esas dos potencias y su ubicación en un teórico mismo bando se habla en el artículo ¿Están Rusia e Irán en el mismo bando en Siria? Sus intereses son más dispares de lo que crees publicado el 17 de diciembre originalmente en Vicenews.
Sobre el futuro de Al Asad y la apuesta de Moscú por su permanencia en el poder nos habla Abdelbari Atuán, redactor jefe del diario internacional Rai al Yaum, en su artículo ¿Son los nueve puntos del comunicado de Viena una «trampa» para deshacerse del presidente Al Asad?
Y sobre el pulso que están manteniendo Moscú y Washington en Siria nos habla Raguida Dergam, articulista del diario londinense Al Hayat, El objetivo de Moscú es imponer los arreglos en la región con sus condiciones.
Por su parte, Gassán Sharbel, redactor jefe de Al Hayat, en su artículo Es la batalla de la región, pasa revista a todas las piezas que conforman el puzzle de tensiones e intereses que han puesto aún más de manifiesto las últimas evoluciones del conflicto sirio, la guerra en Yemen y el acuerdo nuclear iraní.
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