Taima Dehni.
Muhammad Rasim fue un artista y pintor argelino considerado como uno de los artistas más destacados del mundo en el arte de la miniatura, caracterizado por fusionar elementos del arte islámico tradicional con la pintura moderna europea.
Nacido en 1896, durante dominio colonial francés, en la ciudad de Argel en el seno de una familia de artistas. Su padre era conocido por el grabado en cobre y madera, y su tío era un maestro del grabado sobre lápidas, un arte tradicional en Argelia derivado del arte islámico.
A edad muy temprana empezó a estudiar arte en el Colegio de Artes de Argel, e inició su investigación sobre los orígenes del arte tradicional argelino, hasta que en 1914 dio con una colección de libros iraníes y turcos sobre el arte de la miniatura, arte que más adelante le convertiría en uno de los artistas más destacados del mundo.
El arte de la miniatura que tomó de la tradición persa y turca le otorgó un carácter especial que le diferenciaba de las demás, que consistía en combinar ese arte tradicional con las técnicas de la pintura moderna occidental.
Con la combinación de sus conocimientos sobre el arte tradicional y su aprendizaje de las técnicas europeas, Rasim desarrolló su brillante carrera artística. En 1917 comenzó a trabajar en la biblioteca nacional de París en la sección de manuscritos y en 1920 obtuvo una beca que le permitió visitar España y conocer el arte andalusí.
A finales de la década de 1930, se convirtió en una figura importante de la cultura argelina. Participó en diferentes galerías de arte en Argelia, Paris, el Cairo, Roma, Viena, Estocolmo, Túnez y otras ciudades importantes en Europa y el mundo árabe obteniendo varias medallas y premios entre ellos la Medalla Orientalista recibida en Paris en 1924 y el gran premio de arte de Argelia que ganó en 1933, en ese mismo año fundó la Escuela Argelina de Pintura que sigue funcionando a día de hoy en el año 1933. En 1934 empezó a trabajar como profesor en el Colegio Nacional de Artes de Argel donde enseñó arte islámico y arte de la miniatura a las generaciones de futuros artistas argelinos.
El asesinato de Rasim sigue siendo un misterio hoy en día. El gran artista se marchó dejando interrogatorios acerca de su muerte, pero también un gran legado artístico que nos sigue impresionando a día de hoy. En 1975 Rasim a sus 79 años fue hallado muerto bajo circunstancias misteriosas junto a su mujer en su casa en la región de Abyar en Argel, en lo que parecía que era un asesinato por atraco, sin embargo, muchos consideraron que fue un asesinato político.
Sus obras representan acontecimientos históricos, ceremonias religiosas con especial atención a los aspectos de la vida cotidiana de los argelinos antes y después de la ocupación francesa. Muhammad Rasim estaba convencido de que la resistencia al colonialismo francés también podía realizarse desde el arte. Por eso, sus obras tienen como tema recurrente la representación de Argelia obviando cualquier elemento colonial francés, haciendo hincapié en el pasado precolonial.
Como ocurre con la mayor parte de su obra, en el cuadro » Mujeres en la cascada » Rasim establece un pasado imaginado, antes de la llegada de los colonizadores franceses, cuando los argelinos eran dueños de su tierra. El pueblo de Argelia, antes de la llegada de los franceses, aparece en sus obras como próspero e idealizado. El trabajo de Rasim desecha la presencia de los colonos o las modificaciones que los franceses hicieron a la ciudad.
Muhammad Rasim revivió el arte de la miniatura tradicional islámica y al mismo tiempo introdujo una nueva técnica fusionando el arte tradicional islámico y la técnica moderna occidental, enriqueciéndolo sin comprometer su originalidad, preservando el patrimonio cultural islámico, de manera que dejó reflejada la identidad argelina en todas sus obras, que se encuentran en el Museo Nacional de Argelia y en muchos otros alrededor del mundo.
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