El pasado viernes, tropas leales al general retirado Jalifa Haftar iniciaron la campaña Karama contra los enclaves de grupos islamistas armados en la ciudad de Bengazi donde comenzó la revolución de 2011. Los artículos de opinión publicados en la prensa árabe defienden dos visiones antagónicas: el golpe de Estado o la guerra contra el extremismo. A continuación les ofrecemos extractos de dos artículos de opinión y de una entrevista concedida por el general Jalifa Haftar que han aparecido en la prensa árabe.
Entrevista con Jalifa Haftar
Jáled Mahmud, 21/05/2014, Al Sharq al Awsat
El general Jalifa Haftar ha declarado en esta entrevista concedida a Al Sharq al Awsat que llevaba más de dos años preparando la operación Al Karama que desde el pasado viernes están llevando a cabo tropas militares leales al general libio retirado contra enclaves de los grupos islamistas armados en Bengazi.
Haftar asegura que han sido detenidas casi 40 personas de nacionalidades diferentes que estaban luchando al lado de los extremistas en las últimas batallas en Bengazi. El general retirado insiste en que el objetivo de esta operación militar es limpiar Libia de los extremistas y del grupo de los Hermanos Musulmanes y se compromete a entregar a la Justicia a destacados responsables del Parlamento y del gobierno y de los Hermanos Musulmanes si son detenidos para que sean juzgados por los crímenes contra el pueblo libio que han cometido desde que están en sus cargos.
Haftar denuncia que los Hermanos Musulmanes han formado en Libia grupos muy grandes de islamistas extremistas a los que facilitaron pasaportes libios y mantiene que los países vecinos, concretamente Egipto, Argelia y Túnez, han contribuido al desorden securitario del país con el contrabando de armas y el desplazamiento de criminales.
Jalifa Haftar confirma que tiene el apoyo de amplios sectores del Ejército libio, critica a la Asamblea Nacional por haber metido al país en este túnel oscuro y se compromete a limpiar el país de grupos anatematizadores como un deber nacional.
El general retirado, que descarta la posibilidad de que vaya a producirse una intervención internacional en la crisis actual, insiste en que no aspira a hacerse con el poder pero que sí se presentará como candidato a presidente del Estado si se lo pide el pueblo para ser elegido en las urnas.
OPINIÓN. ¿Libia está haciendo un llamamiento a la OTAN?
Autor: Mohamed Farhat, 21/05/2014, ليبيا تستدعي «الناتو»؟
La situación ha estallado en Libia cuando el islam político militarizado no ha logrado paralizar la revolución libia ni secuestrar sus instituciones de transición.
El Ejército unió sus sectores para hacer frente a la Asamblea y a un gobierno débil, y la Asamblea encargó a una milicia islamista la defensa de Trípoli porque desconfíaba de esos sectores del Ejército que todavía no se habían incorporado al general jubilado, Jalifa Haftar, quien dijo expresamente que quería liberar a la revolución libia de los Hermanos Musulmanes y de Al Qaeda.
Tres años después el islam político se ha apoderado de la revolución libia y ha dispersado a sus miembros por los puntos neurálgicos de las administraciones públicas con el objetivo de conseguir lo que de otro modo se les resistía porque las votaciones han dejado claro que el pueblo libio que se deshizo de la dictadura de Gaddafi prefiere un sistema democrático y plural que preserve la unidad del país y los derechos de los diferentes grupos que forman parte de ese amplio Estado ubicado entre el desierto africano y el Mediterráneo.
Libia está en una encrucijada: o el país es salvado por su Ejército o pide otra vez ayuda a la OTAN. La Primavera Árabe ha dado a los Hermanos Musulmanes su dimensión real de secuestradores de revoluciones y obstaculizadores de avances.
EDITORIAL. Se busca un dictador que acabe con los Hermanos Musulmanes en Libia
Autor: Al Quds al Arabi, 21/05/2014, مطلوب: ديكتاتور يقضي على الإخوان في ليبيا
Las declaraciones del general jubilado Jalifa Haftar en las que afirma que el objetivo de su movimiento militar es limpiar Libia de los Hermanos Musulmanes desvela la realidad sobre la naturaleza de ese movimiento que está liderando una peligrosa contrarrevolución contra las instituciones legítimas primero con su ataque a Bengazi y luego con el ataque al Parlamento y el posterior movimiento de deserciones militares.
Haftar ha salido de debajo de la pancarta del «ataque a los elementos anatematizadores» (el nombre que suele usar para referirse a Al Qaeda y grupos hermanos) para colocarse debajo de la pancarta de «la limpieza de Libia de los Hermanos Musulmanes», lo que en realidad significa que quiere acabar con la revolución libia y romperla por la fuerza militar al estilo egipcio en vez de optar por un cambio pacífico que solucione los desacuerdos a través de la vía política al estilo tunecino.
A pesar de las semejanzas de la situación egipcia y la libia, como por ejemplo que las fuerzas islamistas libias han intentado apoderarse del poder en lugar de aliarse con la elite liberal y de trabajar con ella para gestionar el país, hay múltiples diferencias que hacen que el escenario del golpe de Estado de Haftar contra las instituciones legítimas libias tenga una débil legitimidad (…) a diferencia de Al Sisi, Haftar no tiene ninguna legitimidad política o militar que le otorgue el derecho a hablar en nombre de los libios.
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