Caricatura de Emad Hajjaj (@EmadHajjaj)

La decisión del gobierno argelino de romper relaciones diplomáticas con Marruecos escenificada en el comunicado que leyó su ministro de Exteriores, Ramtane Lamamra, el 24 de agosto pasado, ha tenido un amplio seguimiento en la prensa árabe, buscando más allá de las razones esgrimidas en dicho comunicado en el que se acusa  a Marruecos de injerencias internas.

La periodista siria Fatmeh Yasín escribe en Al Arabi al Yadid sobre las razones históricas de estas diferencias que empezaron “apenas un año y medio después de que Argelia lograse la independencia de Francia en 1962. Las disputas fronterizas desembocaron en una guerra entre ambos países conocida como la Guerra de las Arenas. Desde entonces esa guerra ha marcado las relaciones entre Marruecos y Argelia”. Además de este primer enfrentamiento, Yasín recuerda el posicionamiento de ambos países en bandos enfrentados durante la Guerra Fría: Argelia alineada con el bloque socialista apoyándose en el frente panarabista liderado por Gamal Abdelnaser y Marruecos decididamente pro-Occidental.

“El trato con Israel ha sido otro de los motivos de discrepancia ya que mientras Argelia mantuvo una postura firme contra la ocupación, el difunto rey Hasán II se reunió tanto en público como en secreto con líderes israelíes desde los albores del conflicto árabe-israelí”. Por supuesto el conflicto del Sáhara Occidental ha sido crucial en las relaciones de Rabat y Argel y su deseo de ser la fuerza hegemónica en el Magreb, posición a la que ambos aspiran por su peso demográfico y económico. “La creación de la Unión del Magreb Árabe en 1985 no sirvió para equilibrar estas aspiraciones. Su actividad quedó suspendida en 1994 cuando se cerró la frontera terrestre entre ambos países tras un atentado terrorista en Marrakech”.

El Centro de Estudios Avanzados del Mundo Árabe, también conocido como Al Hait al Arabi (El Muro Árabe), con sede en El Cairo marca en un análisis titulado La acumulación de diferencias o cómo la tensión entre Argelia y Marruecos ha desembocado en la ruptura de relaciones cinco elementos que explican la ruptura de las relaciones:

1. El cambio del equilibrio  en el dossier del Sáhara Occidental. A pesar de ser un tema antiguo, el reconocimiento de la “marroquinidad del Sáhara” por parte de Estados Unidos bajo la presidencia de Donald Trump ha sido considerado como una victoria geoestratégica sin precedentes de Marruecos. (…) y rechazado por Argelia por no respetar la legalidad internacional.

2. El refuerzo de la presencia marroquí en África. Desde 2017 Marruecos ha virado radicalmente su política hacia los países africanos, recuperando el 30 de enero su condición de miembro de la Unión Africana después de que se retirara en 1984, cuando se aceptó la inclusión de la denominada República Saharaui. (…) Un signo de la importancia que el rey marroquí otorga al continente son las cerca de 50 visitas a 27 países africanos entre 2000 y 2017.  Según datos del Ministerio de Economía y Finanzas marroquí las inversiones de su país en el continente africano en 2019 representaban el 47% del total de la inversión exterior. Otro dato del éxito de esta política es que varios de estos países han abierto consulados en la ciudad de El Aaiún, donde hasta finales de junio 2021 ya eran 24 los consulados operativos en el territorio del Sáhara Occidental.

3. Aumento de la tensión por el corredor energético. La disputa por el control del envío de recursos energéticos de África a Europa se personifica en la disputa por la renovación del acuerdo para utilizar el gasoducto que pasa por territorio marroquí hacia España y que expira el 31 de octubre próximo. Las declaraciones de los responsables y los medios argelinos apuntan a que no habrá renovación del acuerdo tripartito.

El periodista tunecino Nizar Bulhiya escribe en Al Quds al Arabi sobre el efecto que esta cuestión puede tener en las relaciones de España con ambos países: “Uno de los exámenes más importantes que tendrá que validar las nuevas relaciones entre Marruecos y España no será el dossier del Sáhara Occidental o Ceuta y Melilla sino el tema de la renovación del acuerdo del gasoducto argelino hacia España. (…) No hay ningún avance en la renovación del acuerdo que finaliza el próximo octubre, a pesar del deseo de Marruecos de renovarlo. Esta disputa coloca a España en medio de un fuego cruzado ya que necesita el gas argelino pero también unas buenas relaciones con Marruecos”.

4. Intercambio de acusaciones de injerencia en asuntos internos. A las acusaciones perpetuas de Marruecos de que Argelia se inmiscuye en sus asuntos con el apoyo al Frente Polisario, Argel ha comenzado a acusar a Rabat  de apoyar movimientos separatistas en su país. Esta fue la razón por la que el embajador argelino en la capital marroquí fue llamado a consultas el 18 de julio (…) a lo que se sumaron las acusaciones de que Marruecos estaba involucrado en la ola de incendios que han asolado Argelia en verano. (…)

5. Las discrepancias sobre cómo gestionar la expansión iraní. La creciente presencia iraní en el Norte de África gracias a las fuertes relaciones que mantiene con el régimen argelino llevó a Rabat a romper relaciones diplomáticas con Irán el 2 de mayo de 2018. (…) La apertura de relaciones diplomáticas entre Marruecos e Israel y la visita del ministro de Exteriores israelí a Rabat donde expresó su preocupación por “el acercamiento argelino-iraní” fue contestado por Argel acusando a Marruecos de hospedar y respaldar declaraciones que ponen en peligro la seguridad nacional argelina”.

Además del papel desestabilizador de Israel en la zona, se ha acusado a Emiratos Árabes de querer expandir su influencia.

A pesar de la tensión política entre ambos gobiernos, voces desde la sociedad civil hacen llamamientos al entendimiento entre los pueblos como refleja la columna en Al Arabi al Yadid de Omar El Murabet titulada Pero, ¡si Marruecos y Argelia son hermanos!”, o la campaña lanzada desde las redes sociales con el hashtag #مغاربيون_ضد_القطيعة (#magrebíes_contra_la_ruptura), que exigen la vuelta de las relaciones diplomáticas. En ese mismo sentido se ha hecho público el manifiesto “Marruecos-Argelia: un llamamiento a la razón” firmado por 250 intelectuales de distintos países magrebíes que muestran su preocupación por el curso que está tomando la crisis, y piden a los pueblos que se mantengan al margen de esta reyerta política que desean se resuelva lo antes posible por la vía diplomática.

 

 

Pedro Rojo, es arabista y presidente de la Fundación Al Fanar para el Conocimiento Árabe

 

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