Driss Gamburi
Al Arab, 26/07/2017
El informe del Ministerio de AAEE de EE.UU. sobre terrorismo publicado esta semana que hace balance del año pasado, analiza la experiencia marroquí en este ámbito y la clasifica como una de las experiencias árabes exitosas. Marruecos ha cosechado muchos éxitos en una lucha contra el extremismo violento dentro del país centrada en el desarrollo económico y humano, en el control del ámbito religioso y en la aceleración de la puesta en marcha de iniciativas en el sector de la educación y del empleo juvenil, sin olvidar la ampliación de los derechos de la mujer a la que se ha empoderado política y socialmente.
Sobre el terreno, el informe estadounidense destaca el papel de Marruecos en la lucha contra la organización terrorista del Estado Islámico en Iraq y Siria, a la que ha contribuido con equipos militares en la coalición internacional contra ese grupo y como “socio estable” en África.
Este informe no es el único que hace hincapié en la experiencia marroquí ya que recientemente han sido publicados estudios de seguridad en Francia y España que elogian el modelo marroquí.
Sin duda el modelo marroquí atravesó dificultades en los primeros años, desde la desactivación de la primera célula terrorista en 2002, la conocida como “célula Gibraltar” a la que siguieron los atentados de Casablanca del 16 de mayo de 2003 que marcaron la política policial posterior y tuvieron consecuencias en el estado de ánimo político y cultural del país.
Marruecos ha intentado estar a la vanguardia a nivel magrebí y árabe adoptando iniciativas valientes en el ámbito religioso y realizando modificaciones casi radicales en las instituciones religiosas, en los programas religiosos, en las leyes que enmarcan el discurso religiosos, así como en el ámbito de la predicación, la construcción de mezquitas y la formación de imanes. Esta es una experiencia pionera a nivel africano. El país ha recibido en los últimos años a imanes y guías religiosos africanos y europeos que han participado en programas de formación.
Aún no hay comentarios, ¡añada su voz abajo!