Cumbre de Varsovia_emad Hayyach_Ary_14.02.2019

 

Burhán Galiún

Al Arabi al Yadid, 19/02/2019

 

El aborto de las revoluciones de la Primavera Árabe ha sellado un ciclo completo de políticas árabes que se establecieron tras las independencias, cuyo fin era consolidar las bases de regímenes políticos que apostaron, en pro de su supervivencia, por la ejecución de agendas internacionales o por ofrecer servicios a las grandes potencias de las que quisieron apoyo, más que apostar por la legitimidad preocupándose de la mejora de las condiciones de vida de sus pueblos o de pensar en su destino y el futuro de sus hijos. De esa subordinación nació una élite local que se preocupó por ejercer presión y frenar el movimiento de esos pueblos en lugar de liberar sus energías y capacidades, convirtiéndose en una élite dominante y gobernadora que se oponía, cada vez más, al progreso y a la mejora de las condiciones de vida de sus gobernados. Este ciclo solo podía acabar como acabó: con un enfrentamiento total como el que materializaron las revoluciones de la Primavera Árabe; trasformadas las élites políticas en una clase de nuevos colonos, y la política “nacional” en ocupación y represión, los pueblos se convirtieron en “turbas” que podían explotar y revelarse al estar siendo despojados de su identidad política y humana a un ritmo cada vez mayor.

 

Las revoluciones que han ocupado más o menos los últimos diez años en la segunda década del siglo XXI han conseguido arrebatar a esas élites gobernantes la confianza, la fuerza, la tranquilidad y el poder para paralizar la voluntad popular, lo que ha reforzado su tendencia a imponer más restricciones a sus sociedades, a cerrar sus regímenes sobre sí mismos más que nunca (…)

 

La razón por la que aludo a estas tendencias política suicidas de esa élite es el entusiasmo que han mostrado por participar en la llamada conferencia de Varsovia para la seguridad y la paz en Oriente Próximo celebrada a mediados de este mes de febrero, a la que asistieron el presidente estadounidense y su ministro de Exteriores, bajo cuyo patrocinio se celebró ese encuentro entre cuyos principales objetivos está el enfrentamiento a Teherán y a su política expansionista y destructiva en Oriente Próximo, pero a condición de la normalización de relaciones arabo-israelíes y de incluir a Israel, desde ahora y con el beneplácito árabe, como parte oficial en la ecuación de fuerzas regionales.

 

Viñeta de Emad Hayyach para Al Arabi al Yadid

 

Si necesita una traducción íntegra de esta entrevista, puede solicitarla en el siguiente correo electrónico: contacto@fundacionalfanar.org

Pueden consultar más de 170.000 artículos de prensa árabe en español en el Fondo documental Al Fanar

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