Mohamed Siali (periodista marroquí)
Center for Kurdish Studies, 05/04/2017
Resumen:
La nueva unión de tres grupos yihadistas en Malí, abanderada por la organización Al Qaeda y liderada por el mando yihadista local, que fue anunciada el mes, y los contenidos de su comunicado fundacional generan preguntas sobre los raudos esfuerzos de dicha organización para aclimatarse, tanto a nivel ideológico como a nivel operativo, a la nueva realidad resultado de las revueltas populares que vive la zona del norte de África y Oriente Próximo desde 2011 con el objetivo de mejorar su capacidad de supervivencia y evolución y sus habilidades prácticas bajo las nuevas condiciones reduciendo su labor violenta y esforzándose por participar, junto a la acción armada, en los movimientos políticos pacíficos ejerciendo en ellos una influencia de baja intensidad. Y de este modo ha aparecido algo similar a un “movimiento de liberación nacional islámico” tanto en el norte de África como en Oriente Próximo o en las regiones en las que la organización Al Qaeda está presentes, como el gran desierto africano.
Conclusión:
Mientras el Estado Islámico aspira a aplicar una visión yihadista internacional muy extremista, en la que creyeron varios líderes de Al Qaeda en el pasado, la estrategia de esta última organización ha cambiado completamente, y ahora se dirige a descentralizar su estructura global internacional y a fundar brazos regionales en países musulmanes dirigidos por mandos yihadistas locales que disfrutan de legitimidad tribal, étnica y religiosa y que celebran alianzas sociales amplias además a adaptar su acción a las cuestiones locales de cada país entre las que se encuentra las participación del pueblo en el gobierno, el apoyo a las minorías musulmanas y la lucha contra la influencia exterior.
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