Maan al Biyari
Al Arabi al Yadid, 25/09/2016
Los tribunales jordanos no convencían al licenciado en ingeniería Riad Ismael Ahmad Abdalá (49 años). El hecho de que Nahed Hattar tuviera que comparecer ante uno de esos tribunales acusado de blasfemia, tampoco significaba nada para el ingeniero. Comprobar la veracidad o la falsedad de esa acusación solo era una pérdida de tiempo para ese joven que fue imán en una mezquita antes de ser echado de ese empleo. Parece ser que sus estudios de ingeniería en la universidad no hicieron de él un hombre de ciencia, razón y conocimiento, y estaba convencido de que el Altísimo le había encomendado la misión de vengarse de Hattar asesinándolo a tiros, como hizo ayer, en un crimen impactante en el que sus negras ilusiones le hicieron ver la religión y el islam verdadero.
Esto significa que estamos ante un peligro espantoso y por eso los jordanos de toda clase y condición están en su derecho a tener miedo, y una de las razones de su miedo obligatorio y necesario es que no hay antecedentes en Jordania de un crimen como el perpetrado por Riad Ismael Abdalá (…).
Otra de las razones para que los jordanos tengan miedo tras el asesinato de Hattar es la execrable sombra sectaria que los “daeshíes” y salafistas radicales han querido proyectar sobre todo lo que rodea esta historia desde que el periodista publicara la infortunada caricatura que le ha costado la vida; aquellos hicieron correr el rumor de que el dibujo que colgó unas horas en su perfil de Facebook y que no hizo él, era una prueba de su cristianismo.
(…)
El consenso que ha habido a la hora de condenar ese crimen entre todos los representantes de la sociedad jordana y de sus fuerzas civiles así como de la totalidad de partidos políticos y tendencias es tranquilizador dados los peligros que entraña ese acto negro para el tejido social jordano (…).
Se ha cumplido el destino de Hattar, un destino que no deseaba ninguno de sus muchos enemigos. Se ha cumplido el destino del periodista que en los últimos tiempos no tuvo problemas en exponer unas ideas de tinte racista. Se ha marchado de este mundo (…) tras producirse intensas, y no pocas, discrepancias con sus ideas y convicciones en el tema sirio y palestino, entre otros (…).
Viñeta de Emad Hayyach para Al Arabi al Yadid
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