A la pregunta sobre cuál es su valoración de la situación sobre el terreno, Mazher al Qaisi afirma que los revolucionarios de las tribus han encendido la mecha de una revolución que no se ha extinguido y que empezó cuando la gente exigió sus derechos legítimos mediante protestas pacíficas que fueron aplastadas a sangre y fuego. Al Qaisi afirma que las armas han sido el último recurso del pueblo para imponer su voluntad y que gracias a un apoyo social que crece día a día han logrado hacerse con el control de Mosul, Saladino, Faluya, Garwa, Baiyi y de la mayoría de las zonas del norte y ahora están cerca de Bagdad. Al Qaisi informa de que también han expulsado al Ejército gubernamental de Diala y de que los ciudadanos en Mosul están muy contentos después de que hayan dejado de vivir una situación injusta.
Cuando se le pregunta qué les ha empujado a esta fase, a la fase de defenderse y de hacerse con el control de zonas del norte del país, Al Qaisi responde que ha sido Maliki quien les ha obligado a ello. Al Qaisi denuncia cómo se envían equipos y puestos de control y registro a sus zonas con el objetivo de humillar a la gente y hace mención al primer comunicado del Consejo Militar General de los Rebeldes de Iraq en el que definieron al enemigo como todo aquel que ataca al pueblo iraquí, a su dignidad y a sus bienes.
A la pregunta sobre hasta qué punto el EIIL tiene el control sobre las zonas de influencia de los miembros armados de las tribus, Al Qaisi afirma que el EIIL está presente y eso es innegable. Y que a sus miembros armados no los combaten los revolucionarios sino las fuerzas de Al Sahua, que son parte de un proyecto estadounidense, y por razones que no tienen nada que ver con los revolucionarios. También reconoce que el EIIL se ha expandido fuera de Iraq, en Siria y por el mundo y que cuenta con medios, pero insiste en que la revolución de Iraq no es la revolución de un grupo determinado sino la revolución de las tribus que se han levantado contra la injusticia. Y los consejos militares son parte de estas fuerzas que se han levantado. Al Qaisi explica que el logo del Consejo Militar General de los Rebeldes representa un mapa verde de Iraq protegido por un escudo rojo que frena la injerencia iraní. Al Qaisi niega que haya vínculo o coordinación con el EIIL y repite que se trata de una revolución de las tribus y que esa es la idea que quieren hacer llegar al mundo, que es una «nueva primavera iraquí», una revolución armada contra la injusticia que no tiene que ver con otras agendas ni con el terrorismo ni con ningún frente, es la revolución de iraquíes que se han levantado contra un gobierno injusto.
Cuando se le pide que valore el volumen y el potencial del EIIL con respecto al número de combatientes de las tribus (se habla de la presencia de 5.000-10.000 combatientes del EIIL en Iraq en estos momentos), Al Qaisi dice que no tienen contacto con quienes saben cuántos son exactamente y que ningún frente oficial ha dado cifras pero cree que sea cual sea el volumen de una fuerza armada no es comparable con el alcance de las tribus y de todos los iraquíes. Al Qaisi insiste en que los hijos de las tribus son los hijos de Iraq, de estas ciudades y que han tomado las armas para defenderlas, para defender lo que han conseguido y por lo tanto, por mucho que sea el volumen de las demás organizaciones que dicen estar con la revolución o los revolucionarios, no alcanza el de la revolución de todo un pueblo y de hecho en todas las zonas liberadas está aumentando la popularidad y el apoyo a los rebeldes.
A la pregunta sobre si tratan con el EIIL como con un amigo-enemigo Al Qaisi afirma que no, que ellos defienden los objetivos del pueblo y a pesar de que haya múltiples frentes no hay coordinación o cooperación con ellos. Cuando se le pregunta si el EIIL afecta a sus objetivos, Al Qaisi afirma que no necesariamente porque los revolucionarios planean y ejecutan en el tiempo fijado para ello y nadie tiene que ver con lo que van consiguiendo. Al Qaisi explica que un frente puede moverse hacia el mismo objetivo de los revolucionarios o que pueden coincidir en un momento aproximado pero los revolucionarios no planean ni asedian ni ejecutan con nadie y en estos momentos quienes tienen mayor legitimidad son los consejos militares de los revolucionarios de Iraq.
La comunidad internacional, el secretario general de Naciones Unidas, el gobierno de Maliki, muchos frentes están confusos entre lo que pasa en las zonas controladas por las tribus y lo que están haciendo elementos del EIIL. Cuando se le pregunta si no tener una postura determinada puede afectar a los objetivos y demandas de los revolucionarios Al Qaisi afirma que sí y hace una reflexión sobre el hecho de que en este momento se estén produciendo comportamientos individuales de algunos grupos que se contradicen con las constantes y el modo de comportarse de los revolucionarios o con los derechos humanos. Al Qaisi se pregunta quién está haciendo circular la información sobre lo que hacen esos frentes y denuncia que uno puede ver videos en Youtube con determinadas escenas mientras un comunicado del Consejo Militar General de los Rebeldes fue eliminado de esa página en menos de 48 horas y lo mismo sucede con el resto de las cosas que cuelgan en Youtube. La pregunta es por qué Youtube, que es una empresa con sede en California, deja todos esos videos colgados tanto tiempo.
Cuando se le pregunta por su postura ante los excesos que se están cometiendo y que podemos ver en Youtube, el portavoz oficial del Consejo Militar General de los Rebeldes de Iraq insiste en que están en contra de cualquier violación de los derechos humanos, la cometa quien la cometa, y que condenan esos comportamientos que no apoyan ni practican.
A la pregunta de si algún día habrá un combate entre el EIIL y las tribus, tal y como está sucediendo en Siria, Al Qaisi manifiesta su deseo personal de que los revolucionarios no se vean obligados a algo así.
En relación a los llamamientos a que la gente se aliste voluntariamente hechos por Sistani en una fetua para salvar Iraq se le pregunta si cree que la guerra sectaria directa en Iraq ya ha comenzado, a lo que Al Qaisi responde criticando la fetua de Sistani por extraña y porque lo que pretende es convertir esta revolución en una guerra sectaria entre dos confesiones que han convivido durante más de mil años en paz. Al Qaisi cree que si el Ejército del régimen con ese presupuesto no ha resistido, los voluntarios preparados deprisa y corriendo, y muchos de los cuales aún no tienen la mayoría de edad, no podrán aguantar combatiendo en zonas calientes. En su opinión esa fetua es un mensaje que pretende conmover a la gente.
A la pregunta de cuál es el plan de los revolucionarios en estos momentos, si derrocar a Maliki con las armas, Al Qaisi contesta que la estrategia de los revolucionarios se centra en una guerra de guerrillas en pro del cambio, es decir que el objetivo final es el cambio con o sin armas.
En cuanto a las posibles soluciones a esta situación, Al Qaisi afirma que los conflictos armados normalmente terminan con soluciones políticas y que ellos esperan conseguir sus objetivos con un mínimo de pérdidas aunque se hayan visto obligados a tomar las armas. En su opinión los revolucionarios no están solos porque todo el pueblo iraquí está detrás de ellos. El portavoz del Consejo Militar General de los Rebeldes de Iraq reitera que intentaron evitar las armas, que son oficiales del ex Ejército iraquí a los que los revolucionarios de las tribus pidieron que tomaran las armas y ellos respondieron a su petición, e insiste en que no desean una guerra ni que haya muertos.
Ante el supuesto de que EE. UU. decida atacar las sedes de los revolucionarios de las tribus y la pregunta sobre cómo harán frente a ello, Al Qaisi se pregunta cómo es posible que se produzca un ataque así si cada casa y cada calle iraquí es una sede de los revolucionarios. Recuerda que todo el mundo en esta revolución ha cogido el fusil o ha contribuido a ella y pregunta que qué pueden hacer los estadounidenses, si pueden matar a la mitad de los iraquíes y destruir ciudades como Mosul o Faluya con la quiere acabar Maliki destuyendo barrios enteros para crear otros nuevos.
Al Qaisi cree que desde el punto de vista militar no es lógico un ataque así porque sería un exterminio y dice que si EE. UU. y sus aliados están dispuestos a exterminar a la mitad del pueblo iraquí que lo hagan, que los iraquíes ya han resistido a la ocupación y el núcleo del consejo revolucionario se formó solo con quienes lucharon antes contra el Ejército de la ocupación porque son los mayores expertos en la guerra de guerrillas. Al Qaisi afirma que saben cómo combatir a los estadounidenses si vuelven, pero cree que un ataque así no es posible y si encuentran sedes o mandos reunidos en algún punto que los ataquen. Pero que si atacan y matan eso no acabará con una revolución que es la revolución de todo el pueblo.
A la pregunta de si Bagdad está entre sus objetivos, Al Qaisi afirma que ellos han planificado que haya un cambio, han planeado el derrocamiento del régimen y eso supone el derrocamiento de su ejército, de sus milicias en la capital Bagdad; es decir que ese es uno de sus objetivos prioritarios.
Repite nuevamente que no desean una guerra ni tampoco combatir, que quieren que el Ejército, las milicias y la población civil sufran el mínimo de pérdidas y recuerda que todo está planeado, que los revolucionarios tienen la iniciativa y deciden el momento de ataque. Informa de que tienen capacidad militar y que además va en aumento y afirma que la capital podría incluso caer de forma espontánea en cuanto los revolucionarios se aproximen a ella.
Respecto al comunicado saudí sobre lo que está sucediendo en Iraq y la lectura que hacen los revolucionarios de la postura del Golfo, Al Qaisi aplaude ese entusiasmo aunque cree que llega demasiado tarde y recuerda que los revolucionarios no representan a una confesión sino a todo el pueblo iraquí aunque dentro de Iraq hay una confesión que está siendo el objetivo de un proyecto mayor que procede de Irán y que quiere cambiar la demografía de la zona y avanzar en dirección al Mediterráneo. Al Qaisi aplaude la postura de todos aquellos países que se ponen de parte de los revolucionarios y solo pide que tengan en cuenta cuál es su única demanda: que consideren legitima la revolución de Iraq, que miren desde un punto humanitario cómo Maliki ha cometido abusos con los iraquíes, cómo los ha matado, cómo ha detenido a las mujeres, las matanzas y el exterminio cometidos. Al Qaisi recuerda que en su momento pidieron ayuda pero no obtuvieron respuesta.
En cuando a las perspectivas políticas de futuro, Al Qaisi afirma que lo que quieren es un nuevo Iraq, un Iraq democrático en el que los iraquíes sean quienes elijan a quien les tiene que gobernar. Al Qaisi afirma que no aceptan ni la división social ni la división geográfica del país porque aspiran a un Iraq unido donde todos vivan en armonía, que quieren acabar con esa era de oscurantismo que trajo la ocupación, una democracia real y no la democracia sectaria que se ha impuesto.
Vídeo original: https://www.youtube.com/watch?v=M-Rl4GjMSR4
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