Análisis elaborado por el Arab Center for Research and Policy Studies y publicado por Al Arabi al Yadid el 8/11/2018
La decisión del presidente estadounidense Donald Trump de nombrar a John Bolton como consejero de la Seguridad Nacional en abril de 2018 inquietó al gobierno marroquí ya que Bolton fue asesor de James Baker, enviado de la ONU para el Sáhara, conocido por sus posturas cercanas al Polisario y por su simpatía hacia la idea del referéndum de autodeterminación para el Sáhara. Por otra parte, la votación del Consejo de Seguridad de ese mismo mes de la resolución 2414 reforzó esa inquietud. Pese a que el apoyo francés a la postura de Marruecos en el tema del Sáhara es constante, las posturas de Gran Bretaña y EEUU generan un malestar en aumento en Rabat y en este contexto podemos entender el llamamiento marroquí a dialogar sin vincular ese diálogo a las deliberaciones de la resolución aprobada finalmente por el Consejo de Seguridad (la 2440) ni a sus repercusiones; la misión de la MINURSO solo se ha extendido 6 meses por segunda vez consecutiva en lugar de un año como en el pasado, lo que pone nerviosa a la diplomacia marroquí. A la vista de lo que puede resultar de las negociaciones sobre el Sáhara patrocinadas por la ONU y cuya celebración está prevista en Ginebra los días 5 y 6 del próximo mes de diciembre, Rabat no tiene otra que tomar las riendas de la iniciativa e intentar impulsar una nueva iniciativa sobre su propuesta de autonomía en el Sáhara.
Aunque no hay muchas probabilidades de que Argelia responda al llamamiento marroquí, este parece dirigido más a la comunidad internacional que a la propia Argelia y forma parte de los mensajes que demuestran la disposición de Rabat a encontrar una solución a este tema. Marruecos desea por todos los medios implicar de forma directa a Argelia en el expediente del Sahara porque considera que su apoyo al Polisario es un factor fundamental en este expediente mientras que Argel lo deja en manos de la ONU y dice no ser parte directa del mismo; por su parte al Polisario le obsesiona un posible acercamiento entre los dos países vecinos que no le beneficiaría.
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Viñeta del caricaturista argelino Le Hic
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