Pedro Rojo
Unanimidad en la prensa escrita marroquí en la cobertura de la reunión del rey de Marruecos, Mohamed VI, y el presidente del gobierno español, Pedro Sánchez, el pasado 7 de abril en Rabat. La novedad es la característica que resaltan los adjetivos en los titulares para los tiempos que se abren tras esa reunión y posterior ruptura del ayuno. Al Sáhara al Magrebiya, Al Yaum Al Magrebi, Al Ajbar y Al Ittihad al Ishtiraki hablan de “nueva etapa”, Al Ahdaz Al Magrebiya de “nueva era”. También se habla de “hoja de ruta” en Al Sabah, Al Nahar al Magrebiya y Al Ittihad al Ishtiraki. Y es que las crónicas de la reunión y de lo que significa son casi un calco en todos los periódicos, como si estuviesen escritas a distancia y con el mismo patrón. En todas se parte de que el reconocimiento por parte del gobierno español de la propuesta marroquí de autonomía como solución más realista para el contencioso del Sáhara Occidental es la piedra sobre la que se “abre una nueva página”. Las crónicas hablan de un “momento histórico” impulsado por Pedro Sánchez con su “histórica postura” sobre el Sáhara. Una “verdadera revolución” que ha de llevar a “una reactivación de la cooperación económica, comercial, energética, industrial y cultural”. Hay que rebuscar en las páginas interiores o en algunas columnas de opinión para encontrar el refuerzo en temas de seguridad y migraciones. Una nueva etapa basada en “la transparencia y el respeto mutuo”. Eso sí, ninguna referencia a Ceuta y Melilla.
La mayor parte de editoriales y columnas de opinión viene a seguir el guion marcado ya en las crónicas narrativas. “Marruecos y España pasan página a los grandes malentendidos” titula el editorial de Al Nahar al Magrebiya, que marca el inicio de la crisis cuando “algunos responsables españoles no calcularon bien, porque los que sí son conocedores saben que España y Marruecos están predestinados a una cooperación estratégica”. Tras desgranar de nuevo el discurso oficial, termina con un llamamiento a que la visita “siente las bases de unas relaciones construidas sobre el reconocimiento y el aprecio”. Por su parte Jálid el Horri, redactor jefe de Al Sabah escribe en su editorial sobre “los mensajes de la visita” que resume en dos: “el cambio de la ‘neutralidad negativa’ en el caso del Sáhara a una valentía clara reconociendo la propuesta de la autonomía como la más realista (…) y el segundo mensaje tiene que ver con el futuro o con retomar la senda del futuro en la cooperación bilateral”.
Solo dos artículos se salen del guion oficial para ahondar en el mensaje, pero con un lenguaje propio. El primero de ellos es el análisis en torno a cuatro puntos de Abdelkabir Ihshishan para Al Ahdaz al Magrebiya donde recuerda que acoger al líder del Polisario sin comunicárselo a Marruecos ha costado a España mucho más que la dimisión de la ministra de Exteriores. Pero el artículo se basa sobre todo en las buenas expectativas económicas y recuerda, entre otros datos, que “17.000 empresas españolas tienen relaciones comerciales con Marruecos y 700 de ellas tienen sede en el país vecino”. Respaldándose en muchos datos y fuentes oficiales mantiene que el futuro estará marcado por “unas relaciones de vecindad beneficiosas”. El otro artículo que se sale de la norma establecida lleva por título “Marruecos-España. La valentía de un hombre de Estado” firmado por Jalil Al Háshemi al Idrisi para Al Yaum Al Magrebi en el que ensalza la figura del presidente del gobierno español por su “pragmatismo en el tema del Sáhara Marroquí a pesar de que significa un desafío ante la clase política española”. A lo largo del artículo hace una referencia cruzada pero poco clara a las diferencias entre la situación en el Sáhara y los nacionalismos catalán y vasco, mezclando colonialismo con actitudes franquistas actuales en la política española. A continuación, defiende la importancia de la nueva era marcada por la influencia de Marruecos a nivel africano e internacional (mencionando los Acuerdos de Abraham en virtud de los cuales Marruecos ha normalizado las relaciones con Israel) y el “colapso político del régimen militar argelino”. El broche del artículo rebosa optimismo ante el futuro, ya que “la vuelta de España a Marruecos en el nuevo marco abrirá nuevos horizontes sin precedentes que nadie se atrevió a soñar”.
Pedro Rojo, arabista y presidente de la Fundación Al Fanar
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