La reciente normalización de relaciones entre Marruecos e Israel ha desencadenado el inicio de una reestructuración de alianzas en el Magreb. En este contexto hay que entender el reciente acercamiento de Argelia a Irán, país con el que Argel ha mantenido una relación de idas y venidas desde 1979, pero cuyo apoyo estaría buscando para fortalecerse frente a un vecino, Marruecos, con el que la tensión va en continuo aumento.
Karim Kanduli. 18/08/2021. Publicado originalmente en Raseef22
Traducido del árabe por Ibrahim Rifi.
Las relaciones entre Argelia y Marruecos están viviendo una gran escalada de tensión que ha abierto la puerta a potencias regionales que buscan posicionarse en el Magreb.
Mientras que el Reino de Marruecos ha ido muy lejos en la alianza con Israel haciendo pública la normalización de relaciones, a Argelia no le ha quedado más remedio que volverse hacia Teherán en busca de una alianza paralela que contrapese el avance de Israel en la región. ¿Qué alianza ganará el pulso en un conflicto perpetuo cuyo precio pagan únicamente los pueblos?
Contactos intensos y una amistad renovada
A mediados de este mes de noviembre, las relaciones entre Argelia e Irán han experimentado un nuevo impulso. El ministro de Asuntos Exteriores iraní, Husein Amir Abdulahian, ha elogiado a Argelia por tomar “decisiones muy sabias” en referencia a su firme oposición a la adhesión de Israel a la Unión Africana y a la exigencia de que Siria vuelva a la Liga Árabe, según afirmó en conversación telefónica con su homólogo argelino, Ramtan Lamamra.
La conversación telefónica entre los dos responsables fue seguida de una declaración del ministro argelino Lamamra sobre la importancia de formar un comité argelino-iraní para estudiar los temas de interés conjuntos entre ambas naciones en alusión al creciente papel de Israel en el Magreb después de normalizar relaciones con Rabat. Esta es la segunda conversación que ambos ministros mantienen en menos de dos meses, ya que se reunieron en Nueva York el pasado mes de septiembre.
Una historia llena de acontecimientos
Las relaciones argelino-iraníes tienen un largo historial de tira y afloja, incluidas rupturas debido a acusaciones mutuas e intromisiones que resolvieron crisis hasta llegar al reciente acercamiento por intereses comunes.
Argelia jugó un papel fundamental como mediadora en el conflicto entre Iraq e Irán en la crisis de la delimitación fronteriza del año 1975, que se intensificó cuando Bagdad acusó a Teherán de apoyar a los kurdos y suministrar armas a Mustafá Barzani. Gracias a la intervención de Argelia, se logró que ambas partes firmaran un acuerdo conocido como el Acuerdo de Argel para calmar el conflicto y cerrar las fronteras entre ambos países. El acuerdo no duró mucho y quedó roto con el ataque de Sadam Husein que dio lugar a la Primera Guerra del Golfo en 1980. El 4 de noviembre de 1979, con el estallido de la revolución islámica, un grupo de estudiantes islamistas irrumpió en la Embajada de Estados Unidos en Teherán secuestrando a 52 diplomáticos durante 444 días, hasta que la diplomacia argelina logró llegar a un acuerdo con Teherán para liberar a los rehenes, poniendo fin a una de las crisis más complejas que el mundo había presenciado en ese momento.
La luna de miel que no duró
Las relaciones entre ambos países, que parecían haberse fortalecido con el tiempo, se complicaron en marzo de 1993 cuando Argelia, a través de su primer ministro en aquel entonces Reda Malek, acusó a Irán de apoyar políticamente al Frente Islámico de Salvación y de interferir en los asuntos internos del país. La acusación terminó con la ruptura de relaciones entre ambos Estados durante años hasta que la ira argelina se apaciguó y reanudaron relaciones sin mucha cercanía hasta que recientemente se han dado nuevas razones para un mayor acercamiento.
Pese a la tormenta que azotó la relación entre ambos países, sus posturas en común se han mantenido constantes, como la declaración de enemistad hacia Israel, además de la negativa de Argelia a participar en la guerra contra Yemen, considerada una alineación con la política iraní, pese al reconocimiento por parte de Argel del gobierno oficial respaldado por Riad.
El enemigo de mi enemigo es mi amigo
El pasado 10 de noviembre de 2021, el Reino de Marruecos anunció la normalización de relaciones con Israel, a cambio del reconocimiento por parte de Estados Unidos de la soberanía marroquí sobre el Sáhara Occidental, un territorio que se disputa con el Frente Polisario.
El aterrizaje de Israel en la región del Magreb a través de Rabat ha encendido aún más el complejo conflicto entre Argelia y Marruecos. La tensión entre ambos vecinos se intensificó cuando Argelia acusó a Marruecos de haber matado a tres camioneros argelinos en la región de Bir Lehlu, en el Sáhara Occidental, cerca de la frontera con Mauritania y de utilizar “armamento avanzado de fabricación israelí” según un comunicado oficial del Gobierno argelino.
“La alianza entre Israel y Marruecos ha llevado a Argelia a buscar socios estratégicos para apoyar sus posicionamientos políticos y su fuerza militar. En unos días el ministro de Defensa israelí visitará Marruecos para firmar acuerdos militares y de seguridad” cuenta el académico y portavoz del movimiento argelino Azm, Husam Hamza, a Raseef22. Considera que Argelia, además de sus relaciones estratégicas con China y Rusia, está fortaleciendo sus lazos con Irán y que estrecharán su cooperación militar, lo que incluirá la venta de drones iraníes.
Según Hamza, este es un escenario muy probable debido al uso por parte de Marruecos de drones sionistas (Hormes) y turcos (Bayraktar) que fueron los que se utilizaron en el ataque a los camiones argelinos. “No descarto que Argelia recurra a los drones “Muhayir 6” utilizados recientemente por Etiopía, la milicia libanesa Hezbolá, la resistencia palestina y las milicias hutíes en Yemen” añade Hamza quien manifiesta su l temor a que la presencia de drones turcos, sionistas e iraníes en el Magreb afecte inevitablemente a la estabilidad y seguridad de la zona.
El acercamiento argelino-iraní ha despertado los temores de Israel claramente expresados por su ministro de Relaciones Exteriores,Yair Lapid: “Compartimos cierta preocupación por el papel del Estado argelino en la región que se está acercando más a Irán y está haciendo campaña contra la entrada como miembro observador de Israel en la Unión Africana”. El ministro de Asuntos Exteriores Argelino, Ramtane Lamarma, reaccionó tachando de “ridículas” tales declaraciones y aclaró que “las relaciones entre Irán y Argelia no son de ahora sino que Irán es un país amigo con quien se tienen profundas relaciones económicas”.
Los objetivos de Irán e Israel en el Magreb
En un mundo regido por relaciones de poder e interés nada es gratuito. Por lo tanto, el trasvase del conflicto en Oriente Próximo entre Irán e Israel se basa en varios supuestos.
“Todo país que acumule poder y se niegue a aceptar el proyecto de Israel es un país declarado enemigo que debe ser asediado y debilitado. Por ello, la normalización de Marruecos con Israel ha permitido a este último transformar la alianza diplomática en una tentativa de conseguir su objetivo de asediar Argelia a través de la construcción de una base militar en Marruecos” según explica el profesor de relaciones internacionales en la Universidad de Argel, Zuhair Bouamama.
En cuanto a los objetivos de Irán en el Magreb, Bouamama añade: “Teherán se siente sitiado en Oriente, donde está rodeado de muchos enemigos, y actualmente se encuentra débil debido a las guerras y a la expansión del círculo de países árabes que han normalizado relaciones con Israel. Irán quiere mantener a Argelia como un aliado importante por la similitud del discurso de ambos países con respecto a Israel”
Los peligros del acercamiento con Teherán
El acercamiento argelino-iraní no está exento de problemas. A Argelia le pueden crecer esos problemas si sus relaciones con Irán se fortalecen aún más y pasan a un estadio de alianza militar. Bouamama explica que “la alianza con Irán es un arma de doble filo y puede conducir al enfrentamiento con Estados Unidos y la Unión Europea por las sanciones impuestas a Irán, y afectaría también a las relaciones con los países del Golfo que ven en Irán un enemigo directo, sobre todo porque este acontecimiento se produce cuando existe una tensión previa en las relaciones de Argel con el Golfo tras el discurso del presidente argelino, Abdelmayid Tebbun, ante las Naciones Unidas en el que criticó la normalización de relaciones con Israel”.
“Argelia ya se vió afectada por la injerencia de Irán en sus asuntos internos en la guerra civil argelina (1991-2002) cuando Teherán apoyó a los grupos armados islamistas contra el régimen argelino en un intento de vender la experiencia de su revolución en el exterior, lo que provocó la ruptura de relaciones entre ambos Estados” añade el profesor Bouamama.
“Por otro lado, a Irán le gustaría expandir la doctrina chií en Argelia para imponer una especie de dependencia religiosa. Quiere revivir las glorias del califato fatimí, y este es un peligro al que Argelia debe hacer frente con firmeza” añade.
El ansia expansionista de Israel, añadido a la preocupación argelina por el bloque, ha convergido con los intereses de Teherán convirtiendo a la región del Magreb en un escenario de conflicto de intereses cuya dimensión no se puede determinar y que sólo perpetúa el miedo de los pueblos árabes que son quienes acabarán pagando la factura de ese conflicto.
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