Publicado por Ricard González en El País el 4 de septiembre de 2020
@RicardGonz
Haifa Zangana es un buen ejemplo de intelectual comprometida, y no solo con una causa concreta. Tras haber sido encarcelada por su militancia en el Partido Comunista de Irak, en 1975 se exilió en Londres, donde ha desarrollado una exitosa carrera como periodista y escritora. Durante los últimos años, se ha esforzado para que otras expresas políticas árabes también plasmen negro sobre blanco sus experiencias de cárcel, torturas y humillaciones. El resultado son tres libros colectivos que compilan los textos de más de 30 mujeres palestinas y tunecinas de ideologías diversas: Una fiesta para Thaera (2017), Libretas de sal (2019), y Las chicas de la política (2020). Los dos primeros han sido ya traducidos al inglés, y el tercero al francés, estando previsto su lanzamiento para el próximo mes.
El proyecto hace años que ronda la inquieta mente de Zangana, que actualmente reside entre Reino Unido y Túnez. “La idea de organizar talleres de escritura para las presas políticas árabes nació en 2007, en una conferencia celebrada en Toronto y organizada por la académica iraní Shahrezad Mujab sobre la importancia de la memoria histórica”, cuenta Zangana, una mujer menuda y con una mirada penetrante. “La razón es muy simple: las mujeres deben escribir su propia historia en lugar de dejar que otros la escriban por ellas. En comparación con otras regiones, en el mundo árabe las mujeres escriben muy poco. Hay poquísimas autoras”, se lamenta.
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