Iraq Solidarity, 08/11/2019
Los artistas iraquíes que se manifiestan contra el gobierno, muchos de ellos jóvenes y mujeres, están dibujando su visión por un futuro menos oscuro con vivos grafitis en los sucios muros de hormigón de Bagdad.
Cubierta con unos guantes de plástico llenos de manchas de pintura, Fatima Hussam (20 años) lidera al equipo de artistas-activistas que van a pintar el mural de hoy. Sus obras han transformado un túnel monocromático que lleva al área central de las protestas (la plaza de Tahrir -Liberación-), en una galería de arte revolucionaria.
Entre las obras de Fatima hay una versión del icono feminista de la segunda guerra mundial, ‘Rosie the Riverter’ con una bandera de Iraq pintada en el pecho y con un bocadillo en el que dice: «¡Así son nuestras mujeres!» en Iraq, un país muy conservador donde el 60% de sus 40 millones de habitantes tiene menos de 25 años.
Bagdad es más abierto que el sur tribal del país, donde no es común ver a mujeres interactuando con hombres que no sean sus parientes o maridos. Pero en las protestas en la capitán y en las provincias del sur, de mayoría chií, han participado mujeres rompiendo tabúes, uniéndose a miles de manifestantes que piden en masa un cambio de régimen.
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