Aunque el nivel de alerta es 4 sobre 5, similar a los Estados europeos de su entorno según los expertos, España cuenta con rasgos específicos. La península ibérica no es cualquier territorio para el Estado Islámico.
«España es Al Andalus»
Alfredo Rodríguez, director de máster universitario en Políticas Públicas de Seguridad y Defensa, sostiene que «el yihadismo busca simbología«. «España es Al Andalus, es un símbolo, y por tanto estamos dentro del ámbito de su amenaza», explica.
El experto destaca que últimamente «ha habido comunicados en español, han vuelto a hablar de Al Andalus y han vuelto a ponernos en el mirador de sus posibles amenazas terroristas».
¿Cómo recluta el EI en España?
Más allá de la preparación de actos terroristas, el país se intenta utilizar como base logística en las redes de captación de nuevos combatientes. El jefe de estrategia del Centro de Inteligencia contra el Terrorismo y el Crimen Organizado (CITCO) indica que los reclutadores en muchos casos «son ciudadanos europeos que han crecido en Europa y que precisamente quieren atentar y violar ese orden legal democrático».
Para intentar solucionarlo, España tiene un plan específico de lucha contra la radicalización desde el año 2015. Su ámbito prioritario de implantación es local, porque la proximidad es un factor clave para detectar estos procesos.
Por su parte, Anna Teixidor, periodista del canal español TV3, afirma que los reclutadores «son muy sutiles», ya que «utilizan métodos similares a los de una secta«. En el caso de las mujeres, explica, saben que tienen que apelar a los «sentimientos humanitarios» y en el de los hombres, «les dicen que son los escogidos».
¿Cómo combatir la radicalización?
La fundación Alfanar es la primera en España que busca prevenir la radicalización en los institutos, luchando contra las falsas creencias sobre el islam. Pedro Rojo, presidente de la fundación, destaca que es esencial que los niños musulmanes no se sientan estigmatizados porque ello hace que sean más fáciles de captar por las redes de radicalización.
Otro de los grandes desafíos es la contranarrativa, cómo combatir con la verdad la sofisticada propaganda. Ayman Mhanna, director ejecutivo de la Fundación Samir Kassir, explica que los simpatizantes del yihadismo creen que las noticias están «viciadas», por lo que acuden a los grupos locales de Facebook o WhatsApp. «Los medios tienen un control muy importante», destaca.
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