Ahmad al Yumail
Al Arabi al Yadid, 24/07/2016
Faluya, una ciudad abandonada y destruida, ha entrado en una nueva fase de control por parte de las fuerzas de seguridad y las milicias, después de que los combates cesaran hace aproximadamente un mes. Las zanjas del ejército cortan las comunicaciones de la ciudad con el norte y los aparatos de seguridad han comenzado a endurecer las medidas de seguridad como condición sine qua non para que los habitantes de la ciudad regresen a sus casas.
Según responsables de los aparatos de seguridad, las tropas del ejército han empezado a cavar zanjas en las afueras del norte de la ciudad un mes después de recuperarla del control del Estado Islámico (Daesh), lo que ha despertado temores sobre las razones ocultas de la preparación de esa trinchera y la separación de los barrios del norte de Faluya del resto de la ciudad.
La población tiene miedo tras lo sucedido en otras zonas de Iraq donde se han expandido las milicias de Al Hashad al Shabi y los aparatos de seguridad con el argumento de la guerra contra el terrorismo; en ciudades como Samarra, Yurf al Sajr y Diala, las operaciones militares han dado paso a operaciones masivas de cambio demográfico y a la confiscación por la fuerza de grandes extensiones de campos y terrenos después de perseguir a los ciudadanos y obligarles a salir de sus hogares y ciudades acusándoles de terroristas, según han informado personalidades tribales y políticas de Faluya.
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