Husein Machdubi
Al Quds al Arabi, 10/05/2016
El monarca marroquí se dirige a China esta semana en una visita oficial que fue anunciada hace aproximadamente dos años. Es su segunda visita a un Estado muy influyente en menos de dos meses, tras el viaje a Rusia.
A nivel práctico, China es un destino más económico que político, sobre todo en lo que concierne al expediente del Sáhara, y por lo tanto inquieta a socios de Marruecos como Francia y España.
El rey de Marruecos ha confirmado en sus últimos discursos, entre ellos el de la cumbre árabe y de los países del Golfo del mes pasado, que el país apuesta por nuevos socios en sus relaciones internacionales como consecuencia de la tensión que existe entre Rabat y varios Estados occidentales por el tema del Sáhara.
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China es un destino esencial para todos los países por su peso en el panorama económico mundial, donde compite con EE. UU., y por su creciente peso político aunque Pekín opta por la economía como base de sus relaciones internacionales, más que por la política.
Los medios de comunicación marroquíes hablan de la apuesta por Pekín en el conflicto del Sáhara después de que Occidente, y más concretamente EE. UU., se hayan desentendido de Marruecos. Pero desde un punto de vista político, no es posible apostar por China en el expediente del Sáhara porque suele evitar atrincherarse con Marruecos o en su contra o presentar iniciativas que no sean las clásicas, como hace EE. UU. En la sesión del Consejo de Seguridad sobre el Sáhara del pasado mes de abril, el embajador chino, que presidia la sesión, defendió una postura muy común apoyando la ampliación de la MINURSO y una solución consensuada al respecto así como la vuelta de los miembros de dicha misión, pero sin criticar a Marruecos.
Uno de los datos que apuntan a que Pekín evita implicarse en el conflicto del Sáhara es que no forma parte de los Amigos del Sáhara Occidental, un grupo formado por cuatro Estados miembros permanentes del Consejo de Seguridad (EE. UU., Gran Bretaña, Francia y Rusia) además de España como ex potencia colonial.
El Marruecos oficial emplea el lema de “la búsqueda de nuevos socios” a raíz de la tensión con algunos Estados occidentales (…) pero en la práctica ni Washington ni Londres parecen muy interesados por esa nueva tendencia adoptada por Marruecos, en un momento en que ambos Estados, sobre todo EE. UU., se están alejando del mundo árabe que ha dejado de ser una prioridad en su agenda política y económica.
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Viñeta de Jáled Gueddar para la página electrónica marroquí Hespress
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