Al Arabi al Yadid, 08/06/2015
En el primer año de gobierno de Abdelfattah al Sisi, que llegó al poder el 8 de junio de 2014, la mayor parte de los indicadores económicos han colapsado como consecuencia de un aumento de la tasa de pobreza y desempleo y una subida disparada de los precios, principalmente de los productos de primera necesidad y de los alimentos, lo que ha agravado el sufrimiento de un país en el que una tercera parte de la población es pobre según datos oficiales.
El primer año de gobierno de Al Sisi el país ha vivido varias crisis en este sentido debido a la decisión gubernamental de reducir los subsidios a los carburantes y a algunos productos a fin de cubrir el déficit presupuestario.
Según informes oficiales, el gobierno egipcio pide prestados a diario a nivel local cerca de 365 millones de dólares dentro de una política de ampliación del crédito que supera los límites registrados en años anteriores. El objetivo es frenar un déficit que se agrava pese a las ayudas del Golfo y a la reducción de los subsidios de algunos productos y de la energía.
En el último año el régimen de Al Sisi ha propuesto megaproyectos como la creación de una nueva capital administrativa, la construcción de un millón de viviendas o una red de carreteras nacionales que se han quedado en proyectos quiméricos que chocan con muchos obstáculos como la falta de financiación o los problemas securitarios.
Las exportaciones del país han experimentado un grave descenso y ha aumentado el déficit presupuestario pese a la subida de impuestos, la reducción de los subsidios a la energía y a algunos productos y las ayudas del Golfo. La libra egipcia también ha caído de forma considerable provocando un empeoramiento del nivel de vida de amplios sectores de la población egipcia.
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