El cine tunecino es actualmente uno de los más reconocidos a nivel internacional aunque fue uno de los que más tardó en despegar en el mundo árabe. Se trata de un cine realista que intenta reflejar la situación de la sociedad tunecina y que dio su gran salto sobre todo a partir del año 2011. Vamos a hacer un repaso por las mejores cinco películas más actuales que no te puedes perder si te gusta el séptimo arte.
1. El hombre que vendió su piel
No podemos empezar este listado no hablando de la primera película tunecina de la historia nominada a los Oscars en 2021. El hombre que vendió su piel es una película dirigida por Kaouther Ben Hania (léase Kauzar Ben Hania), la directora tunecina que saltó a la fama internacional en 2017 gracias a su conocido largometraje La bella y los perros. Con el único objetivo de conseguir llegar a Europa, un joven se encuentra en su camino a uno de los artistas más reconocidos y controvertidos del momento y decide ofrecerle su espalda para que la tatúe. El joven se convierte en una auténtica obra de arte y su vida cambia para siempre.
2. Un diván en Túnez
Si lo que te apetece es pasar un buen rato con una comedia de trasfondo social, Un diván en Túnez, es la película perfecta. Es el primer largometraje de la directora franco-tunecina Manel Labidi y cuenta la historia de Selma, una mujer que tras terminar sus estudios en Francia, decide volver a su país natal, Túnez, para abrir una consulta de psicoterapia. A través del humor, la directora consigue trasladarnos al Túnez posterior a la revolución de 2011 abordando temas de gran relevancia social como la situación de las mujeres, el estigma en torno a la salud mental o el choque cultural de la propia protagonista tras haber vivido en Francia. Pero sobre todo, la cinta consigue trasladarnos a la realidad del Túnez posterior a la Primavera Árabe, un país lleno de contradicciones tanto políticas como sociales que lo hacen único. La película se encuentra disponible en la plataforma de cine independiente Filmin a través de este enlace.
3. Sueño de Noura
Otra de las películas tunecinas recientes que merece ser vista es el Sueño de Noura, el segundo largometraje de la directora tunecina Hinde Boujemaa (léase Hind Buyema). Cuenta la historia de amor secreto que surge entre Noura, madre de tres hijos y cuyo marido está encarcelado, Lassad. Noura, cansada de la relación con su marido, conoce a Lassad, se enamora e inicia un proceso de divorcio que se ve totalmente truncado cuando su marido consigue el indulto. A través de esta historia tan personal, la directora tunecina consigue poner rostro y voz a la cuestión del adulterio en su país, castigado actualmente con una pena de prisión de cinco años y una multa de 500 dinares según el artículo 236 del código penal.
4. A son (Un hijo)
La primera película del director tunecino Mehdi M Barsaoui, A son, no tiene absolutamente nada que envidiar a las anteriores. Estrenada en 2019, es una coproducción de varios países que ha dado fama internacional a este realizador que ya era conocido por haber dirigido cortometrajes y documentales. Enmarcada en el verano de 2011 en Túnez, la película cuenta la historia de los tres miembros de una familia que, volviendo de una celebración, se ven sorprendidos por una emboscada en la que el hijo resulta gravemente herido. A partir de ese momento, la familia tendrá que enfrentarse a sucesivos problemas y dilemas tanto sociales como personales con el único objetivo de salvar la vida del chico. Se encuentra disponible en la plataforma de cien independiente de Filmin a través de este enlace.
5. Fatwa
Por último, no podemos dejar fuera de esta lista el último trabajo del director y productor tunecino Mahmud Ben Mahmud, Fatwa. Este largometraje de 2018 cuenta la historia de un padre que vuelve a Túnez, su país natal, al enterarse de que su hijo ha muerto en un supuesto accidente. El padre irá investigando la vida de su difunto hijo hasta descubrir que era miembro de una célula terrorista. La película, inspirada en el Túnez posterior a la Primavera Árabe, aborda el tema de la radicalización y de la tensión religiosa en el país, desde una perspectiva muy novedosa.
El cine tunecino pasa por muy buen momento y sus producciones, además de variadas, son de gran calidad. La mayor libertad de expresión conseguida en el país a partir de 2011 abrió las puertas a la creación de películas, documentales y cortometrajes que están teniendo cada vez mayor reconocimiento internacional. Esperamos poder seguir conociendo la sociedad tunecina a través de su cine.
Paula Tomás. Periodista y máster en Estudios Árabes e Islámicos Contemporáneos por la UAM.
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