Al Arabi al Yadid, 06/03/2020
¿Cuándo y cómo empieza su relación con la lengua árabe?
Mi relación con el árabe empieza en los ochenta, en la Universidad Autónoma de Madrid, donde estudié Filología Árabe e Islam. Escogí esos estudios por razones culturales y políticas, y sobre todo por Palestina. Después pasé algunos veranos en Rabat, Túnez y Alejandría, como alumna de varios institutos de lengua árabe para extranjeros. Por último, me trasladé a El Cairo por un periodo de dos años y medio, para terminar mi doctorado. Mi relación con el árabe es compleja, por un lado, es una relación con la literatura y la prensa, y por otro es la relación con el árabe actual, y más concretamente con el árabe egipcio y con su gente.
¿Cuál fue el primer libro que tradujo y cómo fue recibido?
El primer libro que traduje fue el poemario del poeta palestino Mahmud Darwix, “Menos rosas”. En la década de 1980 asistí a un festival de música en Túnez en el que el músico libanés Marcel Jalifa cantó varios poemas de Darwix, así que compré su libro y empecé a traducirlo. En aquella época era una joven audaz y entusiasta, pero decidí no publicar el trabajo. Esperé cerca de diez años a la publicación de mi primer libro, al igual que Darwix con su poemario “¿Por qué dejaste solo al caballo?”. Es un trabajo completamente diferente que transformó mi relación con la lengua y la literatura árabes después de todos esos años.
¿Cuál es su última traducción del árabe, y qué será lo próximo que publique?
Mi última traducción es una colección del poeta libanés Abbás Beydún, y la próxima será otra colección, esta vez del poeta iraquí Sargón Bulus.
¿Cuáles son los obstáculos a los que se enfrenta como traductora del árabe?
Para mí, las dificultades más importantes no son lingüísticas, porque ese tipo de dificultades tienen soluciones permanentes. El principal obstáculo al que me enfrento es la dificultad de encontrar una editorial. No soy una traductora profesional, simplemente escojo los libros que me gustan y los sugiero a una editorial. Lamentablemente, las editoriales españolas más importantes no están muy interesadas en la literatura árabe. Incluso si están interesados, normalmente solo piden la traducción de autores de renombre, que han sido traducidos al inglés previamente. Además, piden una traducción desde este idioma intermedio, porque sale más barato que traducir directamente desde la lengua original.
Afortunadamente, he encontrado dos editoriales especializadas en poesía, Cátedra y Pre-Textos, que son bien conocidas por los lectores españoles. Sin embargo, estas son editoriales que me han ayudado a mí, pero esto no soluciona el problema general relacionado con la difusión de la literatura árabe en España. Obviamente hay excepciones, y aquí debemos reconocer la labor de Ediciones del Oriente y del Mediterráneo, que lleva publicando títulos de todos los géneros de la literatura árabe desde hace cerca de treinta y cinco años.
Parece que solo interesa traducir la literatura árabe de acuerdo a un determinado punto de vista e interés, dejando de lado el pensamiento y el resto de la producción de conocimiento árabe. ¿Cómo ve este asunto y cómo se podría superar?
En mi opinión, el problema es primeramente comercial, y depende del mercado del libro. Debo señalar aquí que la última crisis económica ha ido reduciendo progresivamente las posibilidades de publicar obras literarias sin darle importancia a la dimensión comercial. La solución a este problema no es en absoluto sencilla.
Respecto a la producción literaria e intelectual árabe, no hay programas en los países árabes que apoyen la traducción de sus autores al español, a diferencia de lo que sucede con otras lenguas, y los editores solicitan apoyo financiero para traducir a sus propios autores. Es irónico que los países que no tienen una literatura importante se especialicen en programas para su traducción, mientras que los países que sí tienen una literatura destacable no lo hagan. Así, encontramos libros traducidos al español que no reciben la atención del público hispano en general, mientras que los grandes títulos del patrimonio árabe permanecen sin traducir, o se traducen, pero no encuentran la forma de llegar hasta las editoriales.
¿Coopera usted con instituciones del mundo árabe o con particulares, o aspira a algún tipo de cooperación?
A veces me entrevisto con escritores durante el proceso de traducción, lo que por un lado hace más fácil mi trabajo, y por otro facilita también los acuerdos sobre los derechos de propiedad intelectual. Pero no colaboro con ninguna institución. Y si existiera la posibilidad de cooperar de forma oficial con alguna institución, propondría un proyecto a largo plazo que reuniera a traductores jóvenes para planificar y trabajar bajo la supervisión de traductores con experiencia. Trabajo como profesora universitaria, y por ello sé con seguridad que hay un número creciente de jóvenes españoles excelentes que son capaces de traducir bien del árabe al español y que se merecen mejores oportunidades que las que tuvo mi generación.
¿Cuáles son las ventajas de la literatura árabe y por qué es importante que llegue a todo el mundo?
Responderé a esta pregunta como ciudadana española preocupada por las manifestaciones de racismo y xenofobia en aumento en mi país… Por ello, hablaré sobre las ventajas de la literatura árabe, tanto clásica como contemporánea, en su relación con España. Yo creo que deberíamos verla como parte de la cultura española, no sólo por nuestra historia (Al Ándalus y el paraíso perdido), sino también por nuestra presencia actual en la región del Mediterráneo. Conocer la literatura árabe es conocer parte de nuestra identidad individual y colectiva como españoles. Así pues, conocer la literatura puede ser un paso para cambiar nuestro presente, cerrado y pesado, hacia un futuro humanitario, compartido y justo. No soy ni optimista ni pesimista.
Luz Gómez García es investigadora, traductora y profesora de estudios árabes en la Universidad Autónoma de Madrid. Su línea de investigación trata sobre el poder y la ideología en el discurso islamista de los países árabes del Mediterráneo. Ha traducido numerosos títulos árabes, como “Un minuto de retraso sobre lo real”, de Abbás Beydún; “La huella de la mariposa”, “En presencia de la ausencia”, “Como la flor del almendro o allende” y “Estado de sitio”, del poeta palestino Mahmud Darwix; una antología del poeta palestino Sameh al Qasim, y “Factores determinantes del renacimiento cultural palestino”, de Abderrahmán Yagui.
Traducción de Luis Serrano Lora
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