Haifa Zangana
Al Quds, 18/05/2019
«La vuelta de Daesh supone una necesidad imperiosa para todos los que se disputan el control de Iraq, ya que es la mejor opción para perpetuar el sistema de corrupción política y de milicias. Tan pronto como se menciona la palabra Daesh, se justifican los robos y el saqueo de miles de millones procedentes del petróleo, además de la adquisición de fondos de ayuda del exterior que se destinan a la lucha contra la organización terrorista con el pretexto de defender al “pueblo iraquí”. Mientras que la realidad es que todos, a excepción del pueblo iraquí, necesitan desesperadamente a Daesh o a la organización que sea. Daesh, en sus múltiples facetas y formas, es un enemigo listo para ser invocado en caso de necesidad, y si no hubiera existido se lo habrían inventado. Prácticamente todos los regímenes necesitan un “enemigo” para que sus gobernantes reciban el apoyo del pueblo pase lo que pase. Daesh es, actualmente, como el comunismo en la guerra fría o el macartismo de la Administración estadounidense contra sus intelectuales en la década de los cincuenta del siglo pasado. Así es la amenaza de Daesh, que renace nuevamente, después de un tiempo de ausencia, para que el gobierno de Al Kadimi, al igual que los gobiernos que lo precedieron, anunciase el inicio de operaciones contra la organización terrorista (…)
Una semana después del anuncio del nuevo gobierno, la escena política no se ha limitado al “conflicto” entre Estados Unidos e Irán, sino que ha incluido a Daesh y la dimensión requerida en las operaciones militares terrestres y los bombardeos aéreos, como un factor renovador que podría fortalecer la presencia de los “combatientes” estadounidenses e iraníes y que impediría la restauración de la soberanía iraquí que prometía Al Kadimi en sus primeros discursos. Mantener el acuerdo que reserva el espacio aéreo a los estadounidenses y el espacio terrestre a los iraníes beneficia a ambas partes, sobre todo porque la estrategia militar estadounidense ya no depende del mantenimiento de sus campamentos y sus tropas sobre el terreno, sino de los aviones no tripulados, las operaciones especiales y todo tipo de progreso tecnológico a distancia, además del soft power en aspectos culturales y educativos. El acuerdo estratégico que será revisado no se limita solamente al aspecto militar y de seguridad y se dice que es engañoso».
Viñeta de Amyad Rasmi
Traducido del árabe por Luis Serrano Lora en el marco de un programa de colaboración de la Facultad de Traducción e Interpretación de la Universidad de Granada y la Fundación Al Fanar.
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