El proyecto del Iraq inclusivo: la solución adecuada para salvar a Iraq y a la zona
La Asociación de Ulemas de Musulmanes de Iraq cree que la etapa actual impone la necesidad de dar forma a una acción iraquí conjunta y clara que aúne visiones, tendencias e ideas comunes para hallar soluciones eficaces y decisivas en la medida de lo posible. En este encuentro vamos a presentar la iniciativa de la Asociación en ese sentido: «El proyecto del Iraq inclusivo: la solución adecuada para salvar a Iraq y a la zona».
Puntos de la iniciativa:
- Llamamiento a amplios encuentros consultivos de las fuerzas iraquíes que se oponen al actual proyecto político iraquí para que se pongan de acuerdo y se coordinen sobre los principios y constantes de esta iniciativa y el modo de activarla.
- Llamamiento a celebrar una serie de amplios seminarios en los que participen expertos, la elite de la sociedad y sus fuerzas civiles activas así como líderes de opinión y líderes sociales para acercar puntos de vista y alcanzar visiones próximas en la medida de lo posible.
- Llamamiento a que sectores sociales importantes se agrupen como preámbulo a participar en cualquier esfuerzo conjunto próximo. Llamamiento a apoyar a la opinión pública iraquí y su expansión hacia un movimiento popular activo.
- Llamamiento a celebrar una conferencia general en la que se establezca el marco del Iraq aglutinante como eje único de ideas de las fuerzas arriba mencionadas, a través de un documento de trabajo conjunto basado en los principios de unidad, independencia de la toma de decisión en Iraq, la no subordinación del exterior, tanto del exterior más cercano como del más lejano, el refuerzo de la paz social, y el bloqueo de las tentativas de monopolio de algunas fuerzas con el fin de preparar la solución adecuada que evite la caída de Iraq presa de un vacío letal.
Una vez dicho esto, hay que decir que el objetivo de todos los iraquíes no es solo asestar un golpe a los corruptos sino también construir un proyecto iraquí verdadero que establezca una visión de futuro global con la voluntad libre del pueblo iraquí para llevarle de la realidad actual a una realidad de acción política libre e independiente a través de elecciones libres y transparentes, en las que todos los iraquíes participen y en las que salgan elegidos representantes verdaderos del pueblo, y a través de una Constitución que haga realidad los deseos y aspiraciones de todos los iraquíes, y que les garantice que habrá una alternancia pacífica en el poder, lejos del egoísmo y la exclusión, que les permita salir del oscuro túnel en el que viven y de un futuro incierto.
Debemos adoptar todo lo dicho y una estrategia de salvación y de cambio hacia un Iraq aglutinante aunque sabemos que no es una misión fácil; somos totalmente conscientes de que la realidad iraquí actual es víctima de una injerencia iraní dañina para los intereses nacionales, de un dominio iraní cada vez mayor y de una ocupación oculta que ha alterado la región desencadenando los temores de sus Estados, y por eso cualquier proceso para hallar una fórmula de entendimiento entre iraquíes, para establecer un Estado iraquí estable, no estará exento de trabas.
Es necesario recordar a la comunidad internacional, con EE. UU. a la cabeza, que no vale insistir en limitar la escena iraquí en el conflicto entre dos partes que se están enfrentando ahora, ignorar las causas reales ocultas en las bases erróneas sobre las que se levantó el proceso político iraquí y la Constitución decepcionante en la que se apoyó ese proceso, y recurrir a los corruptos para que gobiernen así como la exclusión por todos los medios de las fuerzas nacionales, porque esa vía hizo perder una década de tiempo y demostró ser un fracaso así como elevar la factura de las pérdidas humanas y materiales que provocó de un modo inconcebible pese a que es una realidad que no llevará a ninguna parte y mantendrá la zona desestabilizada.
Las naciones mundiales, concretamente las de la religión, están ante la oportunidad histórica de ser un frente justo y efectivo que convenza a la sociedad internacional a los patrocinadores del proceso político para que corrijan el camino erróneo que está siguiendo Iraq, para que no se insista en que el país siga en esa vía, y para que se adopte una nueva política entre cuyas prioridades esté la de no frenarle el paso a las fuerzas iraquíes que fueron ignoradas adrede y excluidos haciendo al mundo creer que no existían aunque son las que pueden salvar al país a sus hijos de forma correcta y tratar la situación de una forma eficaz y permanente cuando se encuentra en su peor momento. También hay que reunir a las voluntades árabes, regionales e internacionales para hallar soluciones realistas y globales que pueden poner fin a los graves problemas de Iraq con intenciones sinceras y trabajando en serio por ello.
La aparición de estas fuerzas como un cuerpo visible en un marco iraquí aglutinante lo convierte en una parte legítima para representar a las fuerzas iraquíes ausentes en cualquier intento internacional serio de resolver la crisis iraquí.
Este proyecto al que hacemos un llamamiento puede acabar con la lucha en Iraq y con sus argumentos, y frenar a todas las fuerzas y frentes que no quieren que la zona se calme, a través de programas reales que den a todos las mismas oportunidades, que acaben con el caos y faciliten la seguridad.
La consolidación de las normas de este proyecto exige lo siguiente:
- Acabar con el miedo que tienen algunos sectores de la sociedad iraquí a los resultados que pueden derivarse del cambio.
- Ampliar la participación popular en la resistencia a la injerencia exterior, dañina para el país y sus ciudadanos, y convencer al pueblo de que hay alternativa.
- Unificar los esfuerzos de las fuerzas iraquíes y ampliar el círculo de las fuerzas que participan en el proyecto del cambio bajo un paraguas aglutinante que adopta la responsabilidad de determinar la trayectoria y ampliar su misión.
Marco general de la iniciativa:
- Defender la dependencia total de Iraq y su unidad territorial, defender la identidad del país y apoyar sus políticas de desarrollo en los intereses comunes de la ciudadanía. Construir un Estado moderno según las bases constitucionales, legales, económicas, securitarias, sociales, culturales pertinentes.
- Comprometerse con la pluralidad y la libertad de expresión de acuerdo a mecanismo que respeten y no se opongan a nuestros valores y costumbres.
- Descartar mecanismos de venganza política y allanar el camino para que la justicia, según la fórmula que adopte de forma consensuada por los iraquíes, tome su cauce para que se garanticen los derechos, el honor y la vida de los ciudadanos para que no se repita lo que ha sucedido y aún sucede.
- Tener conciencia de que nuestra tragedia no es la tragedia de un grupo, una etnia, una zona, una provincia o un determinado lugar, sino la tragedia de una nación y un pueblo.
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